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BRASIL, MERCOSUR Y LA PRESIDENCIA PRO TÉMPORE FALLIDA
El cerco democrático se ha ido cerrando en torno al gobierno dictatorial militarista de Venezuela.
Tuvieron que pasar muchos años y cosas para que este despertar de la conciencia hemisférica y mundial se diera. Los estropicios de una conducción gubernamental errática están a la vista y sus efectos los está sufriendo amargamente la mayoría de los venezolanos con escasez, hambre y angustias indecibles.
Este cuadro político y social siniestro ya es reconocido en el ámbito internacional, y a los gobiernos no se les escapa el potencial de ingobernabilidad que tal crisis puede alcanzar, así como las repercusiones que traería para la región.
Uno de los gobiernos que, entre otros, está asumiendo posiciones claras y terminantes frente al de Venezuela, es el de Brasil.
Sobre el peso político y económico de este país en nuestro hemisferio no hace falta decir mucho.
De allí que sea útil en estos comentarios referirnos a la misiva que recientemente envió el canciller brasileño José Serra al de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, el 19 de julio próximo pasado, sobre el asunto de la Presidencia Pro Témpore de Mercosur.
En tal documento queda meridianamente expresada la posición de Itamaraty sobre el asunto en cuestión.
Recuerda Serra a Nin Novoa la propuesta que hiciera a este último de que la presidencia pro témpore semestral, fuera discutida en el mes de agosto venidero, toda vez que así se podría tener el tiempo prudencial y necesario para “analizar de manera serena los datos de la realidad”.
En tal sentido, Brasil no puede acompañar la convocatoria que el canciller uruguayo ha hecho del Consejo del Mercado Común, para el día 30 de Julio próximo.
Serra reitera que al disponer de tiempo suficiente se podría encontrar un camino común que atienda los intereses de Mercosur y sus Estados Partes.
Si bien en esta carta no se refieren los problemas de fondo que llevan tanto al gobierno de Brasil como al de Paraguay a oponerse a que el gobierno de Venezuela asuma dicha presidencia; sin embargo, no quedan dudas acerca de que estos gobiernos están decididos a impedir que un gobierno cuya ejecutoria política y económica va a contravía de los principios que inspiran el bloque comercial, ostente tal representación; sobre todo, en momentos en que cuestiones de envergadura están en juego para el proceso integracionista.
A mi juicio, de la carta en comento se desprende que la reunión programada para finales de mes no tendrá lugar; por tanto, ninguna decisión se adoptará. Con Itamaraty en contra difícilmente se avance en ese asunto.
Me atrevo a vaticinar que la presidencia pro témpore -lo más seguro- no irá, por ahora, para Venezuela, pues ella depende hoy de varios factores que están más allá incluso del mismo Mercosur, y que tienen que ver con la valoración que se está haciendo de la situación política de nuestro país. En ello, un papel juegan tambien las negociaciones en curso sobre el diálogo y la salida eventual de la crisis venezolana.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV