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Crisis venezolana entró en la agenda de Trump esta semana
Esta semana ha sido intensa en la agenda de Donald Trump sobre Venezuela. Habló con colegas de la región, dio el visto bueno para sancionar al vicepresidente Tareck El Aissami y recibió en la Casa Blanca a Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López.
A menos de un mes de ocupar el sillón presidencial y a pesar del enredo por polémicas internas, Trump ya envía mensajes claros (incluso vía Twitter) en contra del gobierno de Nicolás Maduro. El más reciente fue exigir la liberación de López y el más duro, la acusación de narcotráfico contra el segundo al mando del chavismo.
“Venezuela debe liberar de prisión al preso político Leopoldo López inmediatamente”, dijo Trump este miércoles 15 de febrero en un tuit que acompañó con la foto donde aparece con Tintori, el vicepresidente Mike Pence y el senador republicano Marco Rubio.
El mismo día habló con su colega argentino Mauricio Macri, y según reseña AFP, la conversación fue de unos cinco minutos sobre temas comunes, en los que dio tiempo de mencionar a Venezuela. El contenido de la charla no se difundió.
La mención de Venezuela en conversaciones telefónicas de Trump con líderes de la región es la tercera esta semana. La primera fue con el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, el lunes, donde expresó su preocupación por la “situación humanitaria” venezolana. El martes siguió otra con el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, con quien habló de “la importancia de promover respeto por las instituciones democráticas y las normas en el Hemisferio Occidental”, en referencia directa a Venezuela.
El movimiento más fuerte se produjo el lunes 13 cuando el Departamento del Tesoro sancionó al vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, por su supuesta participación en el tráfico de drogas y lavado de dinero.
Al día siguiente, a pocas horas de tomar posesión de su cargo como secretario del Tesoro, Steve Mnuchin dijo que la medida respondía a que Trump, quiso “enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está de su lado”.
La sanción contra El Aissami venía preparándose desde hace tiempo en un trabajo conjunto entre los departamento de Estado y del Tesoro. Según Mnunchin, los activos congelados al vicepresidente venezolano son “decenas de millones de dólares (…) que tendrán un impacto muy grande”.
Por su parte, el gobierno de Maduro respondió dentro del guion de la retórica antiestadounidense y dijo que la acción es parte de un plan “imperialista”, en conjunto con la oposición venezolana, para desestabilizar su gestión. Además, exigió al Departamento del Tesoro, retractarse de la acusación contra el funcionario, a quien dio todo su respaldo.
“Si me preguntan si quiero pelear con el señor Donald Trump, digo no. Pero ya lo están empujando y empujando y va a caer en el mismo terreno donde cayó el clan Bush y el Clinton – Obama”, dijo Maduro este miércoles poco antes del tuit de Trump con Tintori.
Venezuela y Estados Unidos mantienen una pugna política desde la llegada del fallecido Hugo Chávez al poder en 1999 y que han continuado en el mandato de Maduro. Las representaciones diplomáticas de ambos países funcionan sin embajadores desde 2010.